jueves, 8 de diciembre de 2011

Lecturas
Jueves, 08 de Diciembre del 2011
Adviento


Primera Lectura
Gén 3, 9-15; Gén 3, 20
Yavé Dios llamó al hombre y le dijo: "¿Dónde estás?"
Este contestó: "He oído tu voz en el jardín, y tuve miedo porque estoy desnudo; por eso me escondí." Yavé Dios replicó:
"¿Quién te ha hecho ver que estabas desnudo? ¿Has comido acaso del árbol que te prohibí?"
El hombre respondió: "La mujer que pusiste a mi lado me dio del árbol y comí."
Yavé dijo a la mujer: "¿Qué has hecho?" La mujer respondió: "La serpiente me engañó y he comido."
LA SENTENCIA DE DIOS

Entonces Yavé Dios dijo a la serpiente: "Por haber hecho esto, maldita seas entre todas las bestias y entre todos los animales del campo. Te arrastrarás sobre tu vientre y comerás tierra por todos los días de tu vida.
Haré que haya enemistad entre ti y la mujer, entre tu descendencia y la suya. Ella te pisará la cabeza mientras tú herirás su talón."
El hombre dio a su mujer el nombre de "Eva", por ser la madre de todo viviente.
Salmo
Sal 98, 1; 2-3; 3-4


Entonen al Señor un canto nuevo, pues ha hecho maravillas, la salvación provino de su diestra, de su brazo de santidad.


El Señor dio a conocer su salvación, hizo ver a los paganos su justicia, se acordó de su amor y fidelidad en favor de la casa de Israel. Todos, hasta los confines del mundo, han visto la salvación de nuestro Dios.


se acordó de su amor y fidelidad en favor de la casa de Israel. Todos, hasta los confines del mundo, han visto la salvación de nuestro Dios. ¡Aclamen al Señor, toda la tierra, estallen en gritos de alegría!


Segunda Lectura
Ef 1, 3-6; Ef 1, 11-12

¡Bendito sea Dios, Padre de Cristo Jesús nuestro Señor, que nos ha bendecido en el cielo, en Cristo, con toda clase de bendiciones espirituales!
En Cristo Dios nos eligió antes de que creara el mundo, para estar en su presencia santos y sin mancha. En su amor
nos destinó de antemano para ser hijos suyos en Jesucristo y por medio de él. Así lo quiso y le pareció bien
sacar alabanzas de esta gracia tan grande que nos hacía en el Bien Amado.
En Cristo fuimos elegidos nosotros: Aquel que dispone de todas las cosas y las somete a su voluntad decidió que fuéramos pueblo suyo
y lleváramos la espera del Mesías, con el fin de que sea alabada su Gloria.
Evangelio
Lc 1, 26-38
LA ANUNCIACIÓN

Al sexto mes el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret,
a una joven virgen que estaba comprometida en matrimonio con un hombre llamado José, de la familia de David. La virgen se llamaba María.
Llegó el ángel hasta ella y le dijo: "Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo."
María quedó muy conmovida al oír estas palabras, y se preguntaba qué significaría tal saludo.
Pero el ángel le dijo: "No temas, María, porque has encontrado el favor de Dios.
Concebirás en tu seno y darás a luz un hijo, al que pondrás el nombre de Jesús.
Será grande y justamente será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de su antepasado David; [=]
gobernará por siempre al pueblo de Jacob y su reinado no terminará jamás."
María entonces dijo al ángel: "¿Cómo puede ser eso, si yo soy virgen?"
Contestó el ángel: "El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el niño santo que nacerá de ti será llamado Hijo de Dios.
También tu parienta Isabel está esperando un hijo en su vejez, y aunque no podía tener familia, se encuentra ya en el sexto mes del embarazo.
Para Dios, nada es imposible."
Dijo María: "Yo soy la servidora del Señor, hágase en mí tal como has dicho." Después la dejó el ángel.

No hay comentarios: