domingo, 14 de marzo de 2010

DOCUMENTO.


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Cuaresma y la ascésis
La Cuaresma, ha sido siempre considerada en la Iglesia como un tiempo propicio para crecer en la santidad dejando que Dios purifique, mediante nuestra oración, nuestros corazones. Ha sido, al mismo tiempo, un espacio en la vida del cristiano para reforzar su vida penitencial o ascética, sin la cual difícilmente permitirá que Dios lo lleve a conocer la perfección de su amor.
Desafortunadamente, el hombre de hoy tiene un concepto equivocado de lo que es la Ascesis o penitencia y en muy baja estima el valor de la cruz. La vida cómoda y materialista que vive le hace despreciar con facilidad estos dos valores que son fundamentales (cf. Mt 10,38), por no decir, indispensables, en la vida, no solo para alcanzar la santidad y con ello la plenitud, sino incluso para poder vivir una vida razonablemente alegre y estable.
La Ascesis, como esfuerzo humano que responde a la iniciativa divina disponiendo y purificando su vida para que en ella se desarrolle en plenitud la vida divina, no es prerrogativa exclusiva del cristiano ya que, como dice el P. Bernard: " esta palabra ha venido a significar el esfuerzo mediante el cual, se quiere alcanzar el progreso en la vida moral y religiosa" . Este esfuerzo, en nuestra vida cristiana adquiere una nota particular y quizás única, ya que, a diferencia de algunas otras "espiritualidades", la Ascesis en el fiel cristiano, es animada y dirigida por el mismo Espíritu Santo, que no busca destruir sino construir. Por ello el P. Cantalamessa, dice que la Penitencia es el arte de quitar todo lo que estorba en el hombre a fin de hacer visible esa santidad ya contenida en el hombre desde el bautismo.
De la misma manera que la vida interior es el instrumento para que la santidad crezca y se desarrolle, la Penitencia es la herramienta de la que se vale el hombre para fortalecer los muros por lo cuales transitan nuestros deseos y aspiraciones, los cuales, fuera de control son capaces de destruir la vida o al menos impedir que ésta alcance la plenitud. Es, digamos, el elemento regulador, y, en muchos casos, el propulsor de la vida equilibrada y santa del hombre.
Y es que la penitencia actúa como una fuerza que empuja nuestras pasiones y deseos hacia el centro poniendo límites cada vez más estrechos, hasta lograr el equilibrio. En algunos casos agregando elementos a nuestra vida, "Ascesis positiva" , y en otros ayudando a eliminarlos o matizarlos, "Ascesis negativa" . En ambas direcciones se supone una renuncia, por lo que esto no se podrá hacer sin la ayuda de la cruz y del Espíritu Santo.
La penitencia cristiana, correctamente entendida, no es estoicismo, ni platonismo, sino es la " fuerza que ayuda a que los criterios y la vida evangélica, pasen de la mente al corazón y del corazón a la vida diaria". Debemos, sin embargo, reconocer que la penitencia y la cruz, producto de ésta, pesan sobre nuestras espaldas, de lo contrario ya no sería cruz (cf. Mt 5,29-30); la mortificación lastima, mas en el fondo del alma se enciende un fuego nuevo, desconocido y de orden superior que basta para fortificarlo y hacerle abrazar voluntaria y animosamente los dolores y la renuncia que lo llevarán a gozar de la más profunda y jamás imaginada paz. Este fuego era el que incendiaba a los santos, quienes ante la perspectiva de haber encontrado la perla preciosa (Mt 13,46) y el tesoro escondido (Mt 13,44), consideraban en poco lo que tuvieran que hacer para permitir a la gracia desarrollarse en plenitud y que a los ojos del mundo puede parecer una locura y una exageración. Pero sobre este juicio ya san Pablo decía que, " la cruz es locura para el mundo pero para los que están en Cristo es poder de salvación" (cf. 1Cor 1,23-24).
De aquí nace, como lo comenta el Nuevo Diccionario de Espiritualidad, la urgencia de reasumir la vivencia y lo cotidiano de la penitencia, de quitarle toda esa carga negativa que por años ha tenido, para redescubrirla como un momento privilegiado de encuentro con la misericordia de Dios que conoce nuestras miserias y que a pesar de ellas nos ama y nos ha llamado a la santidad más elevada. Esto nos llevará sin lugar a dudas a experimentar el poder que sana el interior del hombre y que le impulsa a reemprender el camino de la felicidad, la alegría, el gozo y la paz, ya que como bien decía Clímaco: "es mediante la penitencia como nos libramos de la tiranía de las pasiones".
Por todo esto, la penitencia es la cruz benéfica que nos ayuda a renunciar a nosotros mismos, a los excesos y exageraciones, y que prepara el camino para que Dios desarrolle en nosotros la vida divina, la "Vida según el Espíritu" .
No obstante todo lo que hemos dicho, incluso de los santos, debemos ser conscientes que la falta de prudencia, puede también desordenar la misma penitencia, con lo cual se causan graves daños, sobre todo al alma, ya que la práctica de la mortificación debe ser siempre un acto de templanza. Santo Tomas, citando a San Jerónimo dice: "No hay diferencia entre matarse en largo o en corto tiempo. Se comete una rapiña, en vez de hacerse una ofrenda, cuando se extenúa inmoderadamente [sin templanza] el cuerpo por la demasiada escasez [exceso] de alimento o el poco [defecto] de sueño".
Una de las prácticas más comunes en la penitencia dentro de la Iglesia es el Ayuno, el cual nos lleva a ser más dueño de nosotros mismos al entrenarnos, privándonos de las cosas buenas como son la comida y otros placeres de la vida, para en su momento tener la capacidad de renunciar a lo que es pecado. Es un ejercicio que debe siempre iniciarse por las cosas pequeñas, si luego queremos aspirar a las grandes. De manera que si quisiéramos llegar a hacer un ayuno riguroso a pan y agua, debemos de haber iniciado muchos meses antes con las pequeñas privaciones. El privarse de un café, en el momento en que se antoja, de un vaso de agua, de nuestro postre preferido, etc., nos proveerán los elementos necesarios para llegar a tener una verdadera vida ascética.
Por una ancestral tradición en la Iglesia, existen dos días especiales para el ayuno que son: El Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo. Además, recordando la pasión del Señor, invita a los fieles a hacer penitencia todos los viernes del año y de manera especial durante los viernes de cuaresma.
Por lo que toca al ayuno, la Iglesia, buscando ayudar a los fieles a caminar en esta vía penitencial, ha "normado" esta práctica. Actualmente sugiere que el ayuno consiste en: Un vaso de leche o un café con pan en la mañana; nada entre comidas; una comida ligeramente reducida (frugal) y por la noche un café con pan.
Las primeras comunidades encontraron que el privarse el viernes de comer "carne" era una manera de renunciar a lo superfluo, comiendo pescado que era un alimento muy económico y además era el que comían los pobres. De esta manera no solo se dominaba el apetito sino que la diferencia económica entre el pescado y la carne se repartía como limosna a los pobres. Sin embargo, ¿Podríamos hoy decir que el no comer carne es efectivamente un acto de penitencia? Si somos honestos con nosotros mismos debemos responder que no (al menos para muchos hermanos). Y es que hoy en día el kilo de pescado y el de carne están más o menos a la misma altura… incluso a veces más caro el pescado, sobre todo en el tiempo de Cuaresma en el que en ocasiones se da un abuso en el precio. El ir a comer a un restaurante un buen filete de pescado, tampoco parecería ser una verdadera penitencia. Mucho menos si pensamos que la gente pobre de nuestro país no come carne NUNCA. El día de abstinencia debe ser un día de verdadera penitencia… día de austeridad y de renuncia. Ciertamente para algunos el no comer carne puede ser una verdadera penitencia, pero no para los hermanos que viven en una situación de marginación (aun para la clase media). Si quisiéramos recuperar el espíritu que animó a los primeros a hacer penitencia los viernes, deberíamos pensar en la comida que comen los pobres, que en nuestro caso, estaríamos hablando de frijoles y tortillas. El viernes de cuaresma es un día para hacer penitencia y no para comer pescado.
Aprovechemos este tiempo de Cuaresma para crecer en nuestra vida de santidad y permitir a Dios tomar más participación en nuestra vida. Una cuaresma vivida con intensidad nos ayudará a celebrar la pascua con la alegría y el gozo de quien se ha esforzado por alcanzar la estatura del varón perfecto que es Jesucristo.

AMADOS POR JESUS!



Domingo 14 de Marzo del 2010
Comentaba recientemente, en nuestros ejercicios cuaresmales, como Dios va “cincelando” en nosotros la imagen de su amado hijo Jesucristo. En este tremendo trabajo de desbaste, muchas veces nos sentimos “agredidos” por Dios pues la forma de modelar y extraer de nosotros esa maravillosa imagen no siempre es agradable y apacible (quizás así lo sentiría el mármol cuando el artista levanta el martillo contra ella). Con esta visión es como podemos entender todo lo que va ocurriendo en nuestra vida… es desde aquí desde donde podemos entender las palabra de san Pablo: “Todo coopera (conviene) para aquellos que aman al Señor”. Esto va desde las cosas que nos agradan y nos hacen sentir bien, hasta las más incomodas y dolorosas por las que tenemos que atravesar. En cada una de ellas está la mano amorosa del Artista que no descansará hasta ver su obra terminada. Esto es importante entenderlo sobre todo en los momentos de más dificultad, pues son en los que Dios purifica su obra de arte. Es en el dolor, como dice la Escritura, “en donde se le da temple y firmeza al metal precioso”. No debemos temer a los infortunios de la vida, pues todos ellos sirven para que nuestra vida se vaya purificando. Y no es que Dios quiera o desee las enfermedades, accidentes y fenómenos meteorológicos que pueden hacer sufrir al hombre… todo esto ocurre por la fragilidad de nuestro mundo contingente y que se va desgastando. Más bien, Dios utiliza todo esto en nuestro favor, dándonos la fuerza y la alegría para superarlo mientras con ello nos ayuda a depender más de él, a darnos cuenta de la fragilidad del mundo que nos rodea y especialmente de nuestro cuerpo, para que así dependamos cada día más de él. Debemos estar seguros de que jamás nos abandona, y mucho menos en los momentos de dificultad. Tengamos confianza en su amor providente y permitamos que culmine en nosotros su obra de amor.

sábado, 6 de marzo de 2010


MENSAJE DEL PAPA BENEDICTO XVI PARA LA CUARESMA 2010

El Sábado, 06 de febrero de 2010 a las 22:07
Mensaje del Papa Benedicto XVI para la Cuaresma 2010. El texto, fechado el 30 de Octubre de 2009, lleva por tيtulo la siguiente afirmaciَn de San Pablo en su Carta a los Romanos: “La justicia de Dios se ha manifestado por la fe en Jesucristo”. Este es un resumen del Mensaje Papal:"Cada aٌo, con ocasiَn de la Cuaresma, la Iglesia nos invita a una sincera revisiَn de nuestra vida a la luz de las enseٌanzas evangélicas. Este aٌo quiero proponeros algunas reflexiones sobre el vasto tema de la justicia, partiendo de la afirmaciَn paulina: La justicia de Dios se ha manifestado por la fe en Jesucristo (cf. Rm 3,21-22).Me detengo, en primer lugar, en el significado de la palabra "justicia", que en el lenguaje comْn implica "dar a cada uno lo suyo" - "dare cuique suum", segْn la famosa expresiَn de Ulpiano, un jurista romano del siglo III. Sin embargo, esta clلsica definiciَn no aclara en realidad en qué consiste "lo suyo" que hay que asegurar a cada uno. Aquello de lo que el hombre tiene mلs necesidad no se le puede garantizar por ley. Para gozar de una existencia en plenitud, necesita algo mلs يntimo que se le puede conceder sَlo gratuitamente: podrيamos decir que el hombre vive del amor que sَlo Dios, que lo ha creado a su imagen y semejanza, puede comunicarle. Los bienes materiales ciertamente son ْtiles y necesarios (es mلs, Jesْs mismo se preocupَ de curar a los enfermos, de dar de comer a la multitud que lo seguيa y sin duda condena la indiferencia que también hoy provoca la muerte de centenares de millones de seres humanos por falta de alimentos, de agua y de medicinas), pero la justicia "distributiva" no proporciona al ser humano todo "lo suyo" que le corresponde. Este, ademلs del pan y mلs que el pan, necesita a Dios. Observa san Agustيn: si "la justicia es la virtud que distribuye a cada uno lo suyo... no es justicia humana la que aparta al hombre del verdadero Dios" (De Civitate Dei, XIX, 21).El anuncio cristiano responde positivamente a la sed de justicia del hombre, como afirma el Apَstol Pablo en la Carta a los Romanos: "Ahora, independientemente de la ley, la justicia de Dios se ha manifestado... por la fe en Jesucristo, para todos los que creen, pues no hay diferencia alguna; todos pecaron y estلn privados de la gloria de Dios, y son justificados por el don de su gracia, en virtud de la redenciَn realizada en Cristo Jesْs, a quien exhibiَ Dios como instrumento de propiciaciَn por su propia sangre, mediante la fe, para mostrar su justicia (Rm 3,21-25).؟Cuلl es, pues, la justicia de Cristo? Es, ante todo, la justicia que viene de la gracia, donde no es el hombre que repara, se cura a sي mismo y a los demلs. El hecho de que la "propiciaciَn" tenga lugar en la "sangre" de Jesْs significa que no son los sacrificios del hombre los que le libran del peso de las culpas, sino el gesto del amor de Dios que se abre hasta el extremo, hasta aceptar en sي mismo la "maldiciَn" que corresponde al hombre, a fin de transmitirle en cambio la "bendiciَn" que corresponde a Dios (cf. Ga 3,13-14). Pero esto suscita en seguida una objeciَn: ؟qué justicia existe dَnde el justo muere en lugar del culpable y el culpable recibe en cambio la bendiciَn que corresponde al justo? Cada uno no recibe de este modo lo contrario de "lo suyo"? En realidad, aquي se manifiesta la justicia divina, profundamente distinta de la humana. Dios ha pagado por nosotros en su Hijo el precio del rescate, un precio verdaderamente exorbitante. Frente a la justicia de la Cruz, el hombre se puede rebelar, porque pone de manifiesto que el hombre no es un ser autلrquico, sino que necesita de Otro para ser plenamente él mismo. Convertirse a Cristo, creer en el Evangelio, significa precisamente esto: salir de la ilusiَn de la autosuficiencia para descubrir y aceptar la propia indigencia, indigencia de los demلs y de Dios, exigencia de su perdَn y de su amistad.Se entiende, entonces, como la fe no es un hecho natural, cَmodo, obvio: hace falta humildad para aceptar tener necesidad de Otro que me libere de lo "mيo", para darme gratuitamente lo "suyo". Esto sucede especialmente en los sacramentos de la Penitencia y de la Eucaristيa. Gracias a la acciَn de Cristo, nosotros podemos entrar en la justicia "mلs grande", que es la del amor (cf. Rm 13,8-10), la justicia de quien en cualquier caso se siente siempre mلs deudor que acreedor, porque ha recibido mلs de lo que podيa esperar.Precisamente por la fuerza de esta experiencia, el cristiano se ve impulsado a contribuir a la formaciَn de sociedades justas, donde todos reciban lo necesario para vivir segْn su propia dignidad de hombres y donde la justicia sea vivificada por el amor.Queridos hermanos y hermanas, la Cuaresma culmina en el Triduo Pascual, en el que este aٌo volveremos a celebrar la justicia divina, que es plenitud de caridad, de don y de salvaciَn. Que este tiempo penitencial sea para todos los cristianos un tiempo de auténtica conversiَn y de intenso conocimiento del misterio de Cristo, que vino para cumplir toda justicia. Con estos sentimientos, os imparto a todos de corazَn la bendiciَn apostَlica".

miércoles, 3 de marzo de 2010

BICENTENARIO DE LA PATRIA CON MARIA


BICENTENARIO DE LA PATRIA CON MARIA CONSTRUYAMOS UNA PATRIA PARA TODOS EL 8 DE MAYO DE 2010 A LAS 15 HORAS UNA NUEVA LUZ PARA LA ARGENTINANo se suspende por lluviaTraé tu bandera y vela Venga con nosotros, cumpla con la promesa con la VIRGEN DE LUJAN Viernes 7 y sabado 8 de MAYO de 2010 108º PEREGRINACION A PIE A LUJAN Partida: Viernes 17 hs. Basilica de San Jose de Flores(av.Rivadavia 6950 Buenos Aires)Llegada: SABADO 8 DE MAYO A LAS 15 HS.TRAE UN ALIMENTO NO PERECEDERO PARA COLABORAR CON CARITAS Informes: 4257-6115 / 4301-0142 / 4629-4845 / 4714-3525 DEPARTAMENTO DE LAICOS CONFERENCIA EPISCOPAL ARGENTINA Sociedad Peregrinos a pie a Santuario de Ntra.Sra. de LUJAN

martes, 2 de marzo de 2010

ORACION POR NUESTROS HERMANOS CHILENOS.


SEÑOR TEN PIEDAD DE TODOS NOSOTROS, TE NECESITAMOS HOY Y SIEMPRE, TE PEDIMOS POR NUESTROS HERMANOS CHILENOS AYUDALOS A PASAR ESTE MOMENTO, BENDICELOS Y LLENALOS DE TU AMOR, AMEN.

DOCUMENTO SOBRE EL AYUNO

El ayuno, ¿para qué?
El ayuno, ¿para qué?
En la Palabra podemos encontrar diferentes tipos de ayuno que nos iluminan sobre el poder que tiene esta práctica espiritual en la vida del cristiano y de toda la comunidad. Algunos son ayunos de un día, otros de tres, y hasta otros de tres semanas ó 40 días. A continuación te presento la forma y los resultados que ha tenido esta práctica espiritual en la vida de los hombres de Dios.
1. El ayuno nos ayuda a superar la Crisis.
En el Antiguo Testamento encontramos una historia fascinante de Esther, quien sufría al saber que Amán, el Primer Ministro de la región, tenía como propósito la destrucción de la raza Judía que habitaba en Babilonia. Al mismo tiempo, Amán tenía planeado matar al tío de Esther, Mardoqueo (un judío), colgándolo públicamente.
Esther le comentó a su tío Mardoqueo: "Ve y reúne a todos los judíos que se hallen en Susa, y ayunen por mí, y no coman ni beban en tres días, noche y día; yo también con mis doncellas ayunaré igualmente...". (Est 4, 16).
Como resultado del ayuno de tres días, no sólo la vida de Mardoqueo fue salvada, sino la de todo el pueblo. Los enemigos del pueblo fueron destruidos (Ester 7, 10).
2. El ayuno favorece el encuentro divino.
El Segundo ayuno descrito en la Palabra es el ayuno parcial de veintiún días para preparase al encuentro con Dios. El profeta Daniel escribe: "En aquellos días yo, Daniel, estuve afligido por espacio de tres semanas. No comí manjar delicado, ni entró en mi boca carne ni vino, ni me ungí con ungüento, hasta que se cumplieron las tres semanas" (Dn10, 2-3).
Con ello, el profeta se preparó para recibir la visita del ángel que traía un mensaje de Dios para el pueblo: "He venido para hacerte saberlo que ha de venir a tu pueblo en los postreros días; porque la visión es para esos días" (Dn 10, 14).
El ayuno nos permite eliminar la cortina que nos impide tener un encuentro más íntimo e iluminador con Dios.
3. El ayuno nos ayuda a tener dominio sobre el pecado y el demonio.
Los ayunos bíblicos fueron establecidos por el Señor para que participáramos con él en el combate espiritual, mejorando nuestra resistencia al pecado, ya que al tener más dominio de nuestras pasiones será más fácil la victoria. Por otro lado, el ayuno nos permite tener más claridad en las trampas que el demonio nos pone para evitar que realicemos la voluntad de Dios. El ejemplo más claro lo tenemos en el primer Adán, el cual, engañado por el demonio, no obedeció la orden de “ayunar”. Recordemos que Dios le había pedido que se abstuviera de comer del “árbol de la ciencia del bien y del mal” (Gen 2, 16-17). Le ganaron sus pasiones, pues “viendo que era bueno y gustoso para comer, tomó del fruto del árbol” (Gén 3, 6). El segundo Adán, Jesucristo, el Señor, después de ayunar 40 días, tenía poder en su vida y luz en el alma y el demonio no pudo tentarlo, no lo convenció. Las pasiones de Cristo estaban ancladas en la voluntad de su Padre del cielo y por ello nada de lo que le ofreció el demonio fue capaz de seducirlo (Mt 4, 1-11).
Por este motivo instruía Jesús a sus apóstoles diciéndoles “velen y oren para que no caigan en la tentación” (Mt 26, 41). Un cristiano que no tiene ayuno en su vida no podrá jamás terminar victorioso. Siempre estará bajo el yugo de su carne y de sus pasiones.
4. El ayuno nos permite descubrir nuestro pecado.
En el Antiguo Testamento Dios le pidió al Pueblo que apartaran un día al año —el Día de Expiación— para auto-examinarse en su estado espiritual, para no engañarse y descubrir que sólo él es Señor y ante esto, doblegarse y pedir perdón de los pecados (Lev 23, 27).
Cuando ayunamos, la luz del Espíritu viene a nuestro corazón y descubrimos nuestra miseria; la debilidad que el ayuno produce nos hace reconocer nuestra miseria, nuestra fragilidad, la necesidad de Dios. Esto nos lleva a pedir su ayuda y su fuerza, a convertirnos en dependientes de su amor y poder. Jesús nos los decía “sin mí nada pueden hacer” (Jn 15, 5).
5. El ayuno nos da poder contra el maligno
Cuando ayunamos, la fuerza liberadora de Jesús actúa en nosotros y podemos desterrar de nosotros y de nuestros hermanos la acechanza del demonio, sea en la tentación o en la perturbación. El evangelio nos cuenta cómo los discípulos no pudieron echar fuera a un demonio, porque “esta clase de demonio sólo sale a base de ayuno y oración” (Mt 17, 21). El ayuno fortalece la autoridad espiritual en el hombre para que no solo tenga dominio sobre sí mismo, sino contra toda potencia o dominación que esté buscando perturbarlo a él o a sus hermanos.
Jesús nos dijo en el evangelio que sus seguidores también ayunaríamos, es, pues, tiempo de retomar este ejercicio espiritual tan necesario y benéfico para la vida cristiana.
CONSIDERACIONES GENERALES AL AYUNAR.
El ayuno es una práctica Espiritual para el dominio de las pasiones y para que nuestra vida espiritual crezca y se solidifique. Sin embargo, es conveniente tener en cuenta algunas recomendaciones que pueden ayudarnos a que este sea más fructuoso.
Esto elementos son importantes, ya que muchas veces, debido a nuestros compromisos laborales o de otra índole, no podremos observar todos los puntos que aquí se mencionan. Eso no debe ser causa de que no ayunemos. Aún en ayuno podemos hacer nuestras actividades normales. Pero procuremos tratar de observar la mayor parte de las siguientes recomendaciones según nos sea posible cuando ayunemos:
1.- Mantén tu ayuno lo más privado posible como nos lo pide el Señor. (Mt 6, 16-18).
2.- Mantente en oración. Sobre todo procura confesarte a la brevedad posible. Antes de hacerlo, pide que Dios te muestre todas las faltas que no ves para que no haya estorbo en las peticiones y resistir la tentación de comer. Este es ya uno de los primeros frutos del ayuno (Mt 17, 21; 26, 41). Entre otros instrumentos te puedo sugerir orar con los Salmos. Te propongo: Sal 15; Sal 22; Sal 28; Sal 38; Sal 51; Sal 103; Sal 127; Sal 139.
3.- Alimenta tu espíritu leyendo la Biblia. Recuerda que "no solo de pan vive el hombre sino de toda palabra que viene de Dios (Mt 4, 4). En este aspecto puedes seleccionar algunos pasajes que estén relacionados con lo que tú quieres obtener para tu vida.
4.- Procura empezar con cosas pequeñas: postres, refrescos, verduras; evitar la carne (pollo, pescado, res y cerdo), cigarro, alcohol, etc. En la medida en que tengas más fuerza podrás ir sustituyendo las comidas por solo pan y agua.
5. Camina hacia lo profundo. Después de este primer ejercicio de ayuno, puedes intentar uno en el cual sólo comas frutas y verduras, como el profeta Daniel (Dn 1, 8-15; 10, 3). En este, en las comidas, sólo comerás verduras y ensalada (ésta puede aderezarse con vinagre y aceite o con limón y sal). En este ayuno es conveniente que a media tarde y media mañana comas unas tres o cuatro almendras o nueces.
6. Sé perfecto. Una vez superado este ayuno podrás ya ayunar a pan y agua. Este consiste en tomar durante todo el día sólo pan y beber agua. Te recomiendo, sobre todo si tienes una jornada intensa de trabajo, que mezcles el agua con un poco de miel (una cucharadita por litro de agua) y al menos unas tres veces al día come a media mañana y a media tarde un pan con miel (una cucharada de miel), esto te recobrará las fuerzas.
7. Escoge el momento. Dentro de tus posibilidades, procura hacerlo en días que no tengas muchos compromisos y en lugares donde no haya muchas distracciones, sobre todo si vas a hacer ya un ayuno más severo (Mt 6, 6).
8. Establece la duración. Dependiendo de tus compromisos y la práctica que ya tengas en este ejercicio o lo que Dios te dirija. Sólo recuerda que: Dios está más interesado en la actitud de tu corazón que en la duración del ayuno. Dios no va a contestar tus oraciones dependiendo de la cantidad que ores, sino de qué tan sinceramente ores. Lo mismo se aplica al ayuno (Mt 6, 7-8).
9.- El aseo personal y el ejercicio. Recuerda que es una práctica espiritual y que por ello sólo tú debes saber que lo estás haciendo. Si harás un ayuno más prolongado, no dejes el ejercicio, aunque sea poco para mantener la vitalidad en tu cuerpo. Cuando se ayuna bajo la gracia de Dios gran parte de la energía para la vida llega misteriosamente por la obra del Espíritu. Ordinariamente no te faltará fuerza. Sin embargo, la oración debe ser nuestro principal ejercicio y nuestro alimento fundamental para no desfallecer.
10.– El ayuno es algo que todos podemos hacer. No hay edad para ayunar, se puede hacer desde los bebés hasta los ancianos, como nos lo muestran diferentes pasajes de la Escritura (Joel 2, 15-16). Aun los enfermos pueden privarse de algo. Siempre de acuerdo con las indicaciones del médico.
FACTORES QUE IMPIDEN AYUNAR A LOS CRISTIANOS
Existen algunas ideas y factores que han hecho que nuestros cristianos no ayunen. Te propongo algunas de ellas para que las superes si alguna de ellas llega a afectar tu vida.
1.- La falta de conocimiento, práctica e interés sobre este tema. En general, la gente no sabe ni qué es ni cómo ayunar (Os 4, 6).
2.- La oposición satánica para que no se hable de él ni se practique. Sabe que en un cristiano que ora y ayuna no tienen participación sus acciones tentadoras, y menos las perturbadoras (Mt 17, 21).
3.- El placer y el trabajo en que están ocupados los cristianos. No hay tiempo. Hay una gran promoción por parte del mundo actual de la COMODIDAD Y EL HEDONISMO (2 Tim 3, 4).
4.- La falta de resultados en el pasado. Muchos no obtuvieron en el pasado lo que deseaban al practicar el ayuno y la oración. Pensando que no es tan efectiva, la abandonan, cuando lo más seguro es que haya algo en sus vidas que necesita ser tratado (St 4, 2).
5.- Las adicciones que han invadido a la comunidad. Hay muchas sustancias aceptadas socialmente que producen de una ligera a moderada dependencia. Este tipo de sustancias a veces se les clasifica como drogas blandas. Los cristianos que no pueden dejar de fumar, tomar calmantes, tomar bebidas con alcohol, necesitan ayunar para romper estas cadenas. Sin embargo, las personas acostumbradas a dichas sustancias suelen sufrir malestares físicos durante el ayuno y por eso lo abandonan. Recordemos que Jesús nos dijo que era necesario tomar la cruz (Mt 16, 24)
6.- El temor a no comer. El dominio del espíritu de glotonería. (Fil 3, 17-19; Lc 21, 34; Prov 23, 21).
7.- El espíritu egoísta de la época. (Prov 16, 26).
Que Dios nuestro Señor te fortalezca en esta práctica. Verás en poco tiempo resultados sorprendentes en tu vida espiritual, sobre todo en el dominio de ti mismo, de tus tentaciones y una comunión más plena con Dios.
Como María, todo por Jesús y para Jesús.
Ernesto María Caro, Sac.

ORACION MARIANA

Conocer para amar
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Oracion Oración Mariana
Si queremos que nuestra oración y la oración de la Iglesia sea verdaderamente una fuente de crecimiento espiritual, ésta debe ser como la oración de María, es decir ha de ser: Simple. Es la oración que brota del corazón, de aquellos que saben como María que en hacer la voluntad del Padre está la felicidad; para ellos no hay lugares especiales, ni posiciones, ni palabras. Cualquier momento y lugar es apto para decir: "Mi alma glorifica al Señor y mi espíritu se goza en su presencia". Perseverante y confiada. María sabe por experiencia que los planes de Dios no siempre son los nuestros y que hay que esperar contra toda esperanza, pues las promesas del Dios son realidad. No sabemos cómo, ni cuando Dios nos dará lo que pedimos, pero sabemos, como María, que Dios nos ama y que nos dará cuanto necesitemos. De alabanza: El hombre acostumbrado solo a pedir, aprende de María, que la oración ha de ser ante todo de alabanza. El cristiano ha de ser un hombre que se gloría en Dios. Desde el corazón: La oración cristiana, como la de María, no está formada de muchas palabras sino ante todo de una atención humilde al misterio de Dios que se realiza en el silencio del corazón. En conclusión podemos llamar "oración mariana", a la oración sencilla, basada en la alabanza, que surge del corazón del cristiano, y que se hace perseverante y confiada ante el Dios que todo lo puede, ante el Dios que le ama como a su propio Hijo.

EL VERDADERO ARREPENTIMIENTO

Preguntar para Saber
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Tema: Vida cristiana
Subtema: Arrepentimiento
Pregunta: Padre: Me gustaría mucho saber ¿cómo llegar a tener un verdadero arrepentimiento?
Respuesta:
Debemos decir que el Arrepentimiento tiene dos momentos: uno que es claramente de carácter humano y que es una respuesta moral ante un evento determinado, y otro divino que depende de Dios.Me explico: si lo que se cometió va en contra de una norma moral, estaremos hablando de haber pecado. Ante este evento, se da un Arrepentimiento inicial que procede de un juicio entre lo que se cometió y el conocimiento que tenemos de la norma que lo regula así como de la formación que sobre el particular hayamos tenido (que tan malo se nos haya hecho ver esto). Por ejemplo, si desde pequeño se me dijo que el decir una mentira era algo muy malo, y esto se desarrolló como un valor, cada vez que mienta, se creará en mí un sentimiento de remordimiento por haber hecho algo que va en contra de una norma moral aprendida. Sin embargo, este sentimiento no garantiza que la persona pueda evitarlo en el futuro, pues recordemos que el pecado es, como lo dice el apóstol San Pablo (Rm 7), algo que está en nosotros y que es más poderoso que nosotros.
Basados en este texto de Romanos, descubrimos que, el pecado es una fuerza sobre la que no tenemos humanamente control, sobre todo si se trata de nuestras pasiones, ya que de ellas el demonio se aprovecha, por el desorden que vive nuestro corazón, para llevarnos al pecado. Podemos decir que en el momento de pecar el demonio nubla la razón y hace ver el pecado no como algo malo sino bueno. Una vez que hemos pecado, aparece con claridad la realidad destructora del pecado y esto causa en nosotros el estado de conciencia que llamamos "remordimiento" y que en una persona sana y estable dará como resultado el Arrepentimiento. Pero, es algo que ocurre a nivel de la razón y que luego produce de manera pasajera (mientras dura el remordimiento), un sentimiento desagradable. Es por ello que en este nivel de Arrepentimiento continuaremos pecando... sobre todo en lo que se llama “la pasión dominante”, y que produce el pecado habitual.Para salir de ello, es necesaria la acción directa del Espíritu Santo. Sin ella no es posible salir completamente del pecado, ya que su acción en el alma, no sólo consigue el Arrepentimiento, sino lo que se conoce en teológica como el "dolor de los pecados". Cuando esto ocurre, el alma percibe un fuerte dolor interior de tipo espiritual (no intelectual) que le llevará a evitar la situación de pecado a cualquier precio (normalmente viene acompañado de lágrimas). Sería el llevar a la práctica lo que decía Jesús "… mas le vale arrancarse un ojo… o los brazos, con tal de evitar el pecado" (Mt. 5, 29-30).Así pues, el verdadero Arrepentimiento, el dolor de los pecados es una gracia que hay que pedir con insistencia a Dios si verdaderamente queremos ser santos y agradar en todo a Dios.

lunes, 1 de marzo de 2010

AÑO SACERDOTAL

AÑO SACERDOTALDel 19 de junio de 2009 al 19 de junio de 2010
Con motivo de la celebración del 150 aniversario de la muerte del Santo Cura de Ars, San Juan María Vianney, el Papa Benedicto XVI ha decidido que se celebre un especial Año Sacerdotal del 19 de junio de 2009 - fiesta del Sagrado Corazón de Jesús y Jornada para la santificación sacerdotal- al 19 de junio de 2010.
¿Cuál es el objetivo de este año sacerdotal?
Según palabras del propio Benedicto XVI, el objetivo es ayudar a percibir cada vez más la importancia del papel y de la misión del sacerdote en la Iglesia y en la sociedad contemporánea.
¿Por qué se ha elegido la figura de San Juan María Vianney?
Por haber sido un verdadero ejemplo de sacerdote al servicio del rebaño de Cristo.
Benedicto XVI concederá Indulgencias Plenarias por el Año Sacerdotal. ¿Cómo se pueden ganar estas indulgencias plenarias?
1.- Los sacerdotes, arrepentidos de corazón, que recen cualquier día las laúdes o vísperas ante el Santísimo Sacramento expuesto a la adoración pública o en el sagrario y se ofrezcan a la celebración de los sacramentos, sobre todo de la Confesión, se les concederá Indulgencia plenaria aplicable a los hermanos en el sacerdocio difuntos como sufragio, si en conformidad con las disposiciones vigentes se confiesan sacramentalmente, comulgan y rezan por las intenciones del pontífice. También se concede Indulgencia parcial, siempre aplicable a los hermanos en el sacerdocio difuntos, cada vez que recen oraciones debidamente aprobadas para llevar una vida santa y cumplir los oficios que se les han confiado.2.- A los fieles cristianos, arrepentidos de corazón que, en la iglesia o en el oratorio, asistan a la Santa Misa y ofrezcan por los sacerdotes de la Iglesia oraciones a Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote y cualquier obra buena cumplida se les concede Indulgencia plenaria, siempre que se hayan confesado sacramentalmente y recen por las intenciones del Papa los días en que se abre y se clausura el Año sacerdotal, en el día del 150 aniversario de la muerte de San Juan María Vianney, los primeros jueves del mes o cualquier otro día establecido por los Ordinarios de los lugares para la utilidad de los fieles”.Los ancianos, los enfermos y todos aquellos que por motivos legítimos no puedan salir de casa, podrán obtener la Indulgencia plenaria, si con ánimo alejado del pecado y el propósito de cumplir las tres condiciones necesarias apenas les sea posible, “en los días indicados rezan por la santificación de los sacerdotes y ofrecen a Dios por medio de María, Reina de los Apóstoles, sus enfermedades y sufrimientos”.Asimismo se concede la Indulgencia parcial a todos los fieles cada vez que recen cinco Padrenuestros, Ave Marías y Glorias, y otra oración debidamente aprobada “en honor del Sagrado Corazón de Jesús para que los sacerdotes se conserven en pureza y santidad de vida”.¿Quién fue San Juan María Vianney, el Santo Cura de Ars?
Accede a http://webcatolicodejavier.org/SantoCuraDeArs.html para saberlo todo de este gran Santo, cuyo cuerpo se conserva INCORRUPTO.
Oración por los sacerdotesSeñor Jesús, presente en el Santísimo Sacramento,que quisiste perpetuarte entre nosotrospor medio de tus Sacerdotes,haz que sus palabras sean sólo las tuyas,que sus gestos sean los tuyos,que su vida sea fiel reflejo de la tuya.Que ellos sean los hombres que hablen a Dios de los hombresy hablen a los hombres de Dios.Que no tengan miedo al servicio,sirviendo a la Iglesia como Ella quiere ser servida.Que sean hombres, testigos del eterno en nuestro tiempo,caminando por las sendas de la historia con tu mismo pasoy haciendo el bien a todos.Que sean fieles a sus compromisos,celosos de su vocación y de su entrega,claros espejos de la propia identidady que vivan con la alegría del don recibido.Te lo pido por tu Madre Santa María:Ella que estuvo presente en tu vidaestará siempre presente en la vida de tus sacerdotes. Amen

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domingo, 20 de diciembre de 2009

Jesús, ¿quién es Jesús?

Hace más de 2000 años que la humanidad se formula esta pregunta.
Pasó por esta tierra viviendo en una familia de artesanos.
Sabía leer y escribir, pero principalmente sabía hablar.

Ha sido el mejor educador que el mundo haya conocido y sus enseñanzas las hizo siempre caminando.
Alguna que otra vez arriba de un burro o una barca.

Una vez subió a una montaña para decirle a la multitud desde lo alto lo mismo que les había estado diciendo a sus discípulos.
Que el Reino de los Cielos está destinado a los pobres de espíritu, que los mansos poseerán la tierra, que quienes lloran serán consolados, que los limpios de corazón verán a Dios.
Cada piedra que pisa su sandalia es un escalón más que lo acerca a los desposeídos, a los que nada tienen, a los que son la sal de la tierra.
A esos los llamó bienaventurados.

También recorrió Galilea enseñando una doctrina que los escribas no entienden ni conocen, hablando en parábolas para aquellos que “viendo no ven” y “oyendo no oyen”.
Enseñando a separar el trigo de la cizaña. Multiplicando los panes y los peces. Curando por todas partes. Resucitando a los muertos.

A veces escandaliza y caen reproches sobre él. Igualmente la gente se arremolina en su entorno, los que sí oyen se maravillan de lo que dice, pues El tiene respuestas convincentes y aleccionadoras para todo.

Hoy a igual que en aquel entonces al pié del Sinaí la multitud sigue reunida.
Su sandalia continua pisando la piedra que lo acerca a los que sufren.
El trigo se sigue separando de la cizaña.
El hijo de Nazaret continua multiplicando panes, continua influyendo en toda vida de hombre, por eso el Jesús del Belén, el Jesús de la Cruz, el Jesús del Sepulcro Vacío sigue marcando la vida del hombre.
Por eso está siempre volviendo a nacer y volviendo a morir.
Y su sepulcro siempre está vacío, porque cada aurora nos regala su resurrección. Acuérdate, siempre después del Viernes Santo viene la Pascua de Resurrección.

Y pensar que todo empezó con un pesebre: por eso, millones de pesebres vuelven todos los años en un 25 de diciembre, todos regresamos al portal de Belén: millones de cristianos reconstruyen en sus casas el clásico pesebre,
y todo para que no pase inadvertido aquel Jesús niño, aquel Jesús hablador, aquel Jesús educador.

Y esa historia que se inicia en un pesebre, de algún modo, encierra todas las vivencias: la alegría y el miedo, la vida y la muerte, las sombras y la luz.
Allí se inicia una historia que trata de todo y de todos y es para todos. A todos les sirve.
Hay espacio para todo cuando el hombre sale al encuentro de Dios.
O, mejor dicho, cuando Dios se pone a caminar en dirección al hombre y el hombre lo encuentra, si quiere.

En el cristianismo, a diferencia de lo que ocurre en las otras tradiciones religiosas, la relación entre el hombre y su Creador se traduce en un prodigioso movimiento hacia abajo.
No sube el hombre: es el Señor el que baja, al menos así ocurrió en aquel pesebre.

Para los cristianos la figura de Jesús está en el centro mismo del universo cósmico de la fe.
Desde el pesebre la historia se dividió en dos. Un antes y un después.
Lo histórico y lo sobrenatural se entrelazan misteriosamente cuando se invoca al hombre que con un pequeño grupo de doce desarrapados desencadenó la más poderosa de las revoluciones que haya conocido la humanidad.
Su doctrina cambió definitivamente el mundo y logró que un nuevo espíritu prevaleciera sobre la mayor parte de la tierra. Espíritu fundado en el reconocimiento de la suprema dignidad de la persona humana.

A más de 2000 años de su paso por el mundo, Jesús sigue siendo la imagen del cambio y del hombre nuevo. Ese sólo hecho sobrecoge y conmueve a creyentes y a no creyentes.

No hace falta ir muy lejos para encontrarnos y rozarnos con El.
Basta con que nos acerquemos a la persona que tenemos más cerca y aprendamos a mirarla y a tocar su mano de una manera diferente.

Dicen que Jesús, al comienzo de su misión, volviéndose a los que le seguían, les dijo:
----¿Qué buscáis? Fueron sus primeras palabras públicas.
En verdad, son las que nos dice siempre.
También en la Noche de las Noches.
Salvador Casadevall
salvadorcasadevall@yahoo.com.ar


REFLEXIONES DESDE LA FAMILIA.....PARA ACOMPAÑAR A VIVIR
Galardonado con la GAVIOTA DE ORO-Mar del Plata 2007 “Día Internacional de la mujer”
Galardonado con la ROSA DE PLATA-Buenos Aires 2007 Programa “Navidad”
Galardonado con la GAVIOTA DE ORO-Mar del Plata 2006 Programa “Día del Niño”
Mención Especial Premio MAGNIFICAT-Buenos Aires 2005 Programa “Adultos Mayores”

FM.Parroquial 105.1 Jueves 14 a 15.30 Puede escucharse vía Internet
Algunas madrugadas 0.15 a 8.00 www.fmparroquial.com.ar
Lunes 21.30 a 0.30

FM-Vida Satelital 91.1 Lunes y Viernes 11 a 12 www.radiovidasatelital.com.ar
Florencio Varela (Gran Buenos Aires)

Los tres primeros libros están disponibles y se venden por correo a solicitud.

Estas reflexiones pueden ser encontradas en el portal:
www.mensajesdelalma.org
www.es.catholic.net
www.gruposmatrimonios.com.ar
Si son de su interés también abriendo YAHOO o GOOGLE y poniendo mi nombre en Buscar las encontrarán en múltiples páginas WEB
Todos los años llega la Nochebuena.

Los privilegiados cristianos que hemos tenido la suerte de nacer 2000 años después de aquella primera noche buena de Belén, nos es mucho más fácil creer en aquel pesebre y en todo lo que se le agregó después.

La historia de lo vivido ayuda a creer.
Claro que este creer es para los que oyen oyendo y ven viendo.
A igual que en aquel inicio hay quien no ve ni oye, a pesar que tiene ojos y orejas para ver y oír.

Por aquellos tiempos, el emperador Augusto, que era quién mandaba en Roma y todas sus tierras, quería que Palestina pagara tributo a cambio de la protección. Pues bien, para cobrar su tributo, Roma usó como artimaña levantar un censo, por eso José y María fueron a parar a Belén, lugar de la tribu de David, a la cual pertenecía José.

María empezó a sentir los síntomas de parto y en medio de aquel poblado que era Belén, atiborrado de gente, no encontraron lugar en posada alguna.
Fueron aparar, quizás por consejo de alguna persona de buena voluntad, a una gruta albergue para animales. De ahí la presencia de un burro y un buey y de la abundancia de paja.

En ese pesebre María comenzó su parto y también comenzó una nueva historia para la humanidad toda.
Comenzó a regir el Evangelio antes de su promulgación.
Allí se canceló un tiempo y empezó uno nuevo.
Los tiempos de la buena nueva.

Desde aquella noche que se llamó de la Natividad o Nochebuena han pasado muchísimas noches con sus costumbres y sus modalidades.
Se le fueron adosando confusos elementos paganos, veleidades de la modernidad.
A los muy estrictos esto no les gusta, a otros nos parece ver una forma de cristianizar las cosas, una manera que tiene Dios de meterse en las cosas.

Lo notable está en la renovada vigencia, en la fuerza que sigue teniendo aquel pobre pesebre, en un mundo paganizado y frívolo.
Este mundo sigue apelando a una festividad cristiana, renueva los antiguos ritos que mantuvieron la fe y la esperanza en medio de persecuciones y contiendas.

La Buena Nueva sigue en pie. Aunque es vieja, sigue siendo nueva y aunque es dada para todos, no todos alcanzan a verla y recibirla.
No se la impone a nadie. Hay que encontrarla.
Los soldados de Herodes no lo pudieron encontrar: traían la espada en sus manos y el odio en los corazones.

Pudieron si, encontrarlo, los pobres, los simples, los sabios, los solidarios.
Igual que sucede en el mundo de hoy.

¡Que poco ha cambiado el mundo!

Bernanos escribió que vino Jesús al mundo y los periodistas de su tiempo ni siquiera se enteraron. No era un chimento que valiera la plena.
No era una mala noticia. Claro que tampoco sabían que era una buena y grande noticia.

Años atrás escuché el mensaje navideño del rey de España. No se olvidó de nada de lo que hay que seguir arreglando.
Lástima que se olvidó de la persona principal. El niño del pesebre, el autor de la Navidad, ni siquiera mereció ser mencionado. Igual que hace más de 2000 años, los poderosos de aquel tiempo no se enteraron.
¡Qué poco ha cambiado el mundo!

Salvador Casadevall
salvadorcasadevall@yahoo.com.ar

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La Navidad es cada día menos religiosa y más familiar

Por poco que prestemos atención nos damos cuenta que la celebración de la Navidad es cada día más una celebración familiar.
Cada día es menos religiosa y más familiar.

Quizás deberíamos maravillarnos que a pesar de el gran materialismo que rodea la navidad del papá Noel la influencia de aquel niño que nació en Belén sigue estando, pues si se ha convertido en una fiesta familiar, no olvidemos que todo niño sigue naciendo en una familia.

Y si al mundo se le ha impregnado que la familia es bueno que se reúna, que se vea, será una manera de que el amor y la familia sigan existiendo por más gorditos vestidos de rojo pueblen los supermercados.
Sobre aquella humilde familia del pesebre se asienta y recibe la fuerza la familia de hoy.

La Navidad de Jesús es una Navidad religiosa, ¿pero acaso la familia no es una pequeña Iglesia Doméstica? ¿Acaso el amor no nos viene de la misma raíz del portal de Belén?
Alegrémonos que aun en medio de la navidad mercantil siga existiendo el amor entre nosotros y que la familia sea la cuna y el sostén de ese amor.
Donde reina el amor, reina la redención, aunque nos venga por caminos que muy bien no entendemos.

La Navidad sirve frecuentemente para hacer un alto en la vorágine de nuestra vida y a veces hasta cambiamos en algo. Lo bueno sería que este cambio se arraigara en nosotros.
Si el encuentro de Navidad sirve para amarnos un poco más, ya es Navidad en nuestro interior y si nos queremos más, también amamos más a Dios.

Si estamos atentos a los demás, a lo que necesitan los demás, será una forma de salirnos de nosotros mismos, el amor crecerá en nosotros y seremos de verdad una Navidad viva.
Una Navidad que el otro sentirá, que el otro vivirá como una fiesta para todos. Una Navidad que estará por encima de arbolitos, guirnaldas, banquetes y hasta por encima de aquel portal de Belén.
Porque el espíritu de aquel pesebre está en que todos estén en la Navidad.
La que tu quieras, pero que el otro ocupe un lugar en tu amar.

Para el cristiano la fiesta de la Navidad tiene tres dimensiones: mira hacía el pasado, mira hacia el presente y sobre todo mira hacia el futuro.

Navidad significa que el Redentor ya ha venido, que ya ha colmado las esperanzas del Antiguo Testamento, pero al mismo tiempo se ha abierto con su presencia entre nosotros, las esperanzas del Nuevo Testamento.

Esta nueva espera se expresa así: la venida del niño Jesús debe concretarse en el corazón de cada hombre, mientras la humanidad camina hacía el Paraíso. Ese paraíso que los creyentes sabemos que existe.

Decía el Cardenal Pironio: El mundo necesita del testimonio cotidiano del hombre simple, del hombre común, del hombre de su casa, del hombre normal, del hombre que pasa por la calle, del hombre de alma simple y sencilla, del hombre lleno de la alegría porque sabe que el Reino del más allá, ya comenzó.

Y todo comenzó desde que un día hubo un nacimiento en un pequeño portal en un pequeño pueblito llamado Belén.

Salvador Casadevall
salvadorcasadevall@yahoo.com.ar
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Lunes 21.30 a 0.30

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Los tres primeros libros están a disposición de quien las quiera. Se venden por correo.

También podrán encontrar estas reflexiones en los portales:
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viernes, 4 de diciembre de 2009

En la región de Uz había un hombre recto e intachable,que tenía a Dios y vivía apartado del mal. Este hombre se llamaba Job.
Tenía siete hijos y tres hijas, era dueño de siete mil ovejas, tres mil camellos, quinientas yuntas de bueyes y quinientas asnas, y su servidumbre era muy numerosa. Entre todos los habitantes del oriente era el personaje de mayor renombre.
Sus hijos acostubraban turnarse para celebrar banquetes en sus respectivas casas, e invitaban a sus tres hermanas a comer y beber con ellos. Una vez terminado el ciclo de los banquetes, Job se aseguraba de que sus hijos se purificaran. Muy de mañana ofrecía un holocausto por cada uno de ellos, pues pensaba: "Tal vez mis hijos hayan pecado y maldecido en su corazón a Dios". Para Job esta era una costumbre cotidiana.

Llegó el día en que los ángeles debían hacr acto de presencia ante el SEÑOR, y con ellos se presentó también Satanás. Y el SEÑOR le preguntó:
-¿De dónde vienes?
-Vengo de rondar la tierra, y de recorrerla de un extremo a otro -le respondió Satanás.
-¿Te has puesto a pensar en mi siervo Job?-volvió a preguntarle el SEÑOR-. No hay en la tierra nadie como él; es un hombre recto e intachabl, que me honra y vive apartado del mal.
Satanás replicó:
-¿Y acaso Job honra sin recibir nada a cambio? ¿Acaso no están bajo tu protección él y su familia y todas sus posesiones? De tal modo has bendecido la obra de us manos que sus rebaños y ganados llenan toda la tierra. Pero extiende la mano y quítale todo lo que posee, ¡a ver si no te maldice en tu propia cara!
-Muy bien -le contestó el SEÑOR-. Todas sus posesiones están en tus manos, con la condición de que a él no le pongas la mano encima.
Dicho esto, Satanás se retiró de la presencia del SEÑOR.
Llegó el día en que los hijos y la hijas de Job celbraban un banquete en casa de su hermano mayor. Entonces un mensajero llegó a decirle a Job:"Mientras los bueyen araban y los asnos pastaban por allí cerca, nos atacaron los sabeanos y se lo llebaron. A los criados lo mataron a filo de espada. ¡Solo yo pude escapar, y ahora vengo a contárselo a usted!".
No había terminado de hablar este mensajero cuando uno más llegó y dijo: "Del cielo cayó un rayo que calcinó a las ovejas y a los criado. ¡Solo yo pude escapar para venir a contárselo!".
No había terminado de hablar este mensajero cuando uno más llegó y dijo:"Unos salteadores caldeos vinieron y dividiéndose en trs grupos, se apoderaron de los camellos y se lo llevaron. A los criados los mataron a filo de espada. ¡Solo yo pude escapar para venir a contárselo!".
No había terminado de hablar este mensajero cuando todavía otro llegó y dijo:"Los hijos y la hijas de usted estaban celebrando un banquete en casa del mayor de todos ellos cuando, de pronto, un fuerte viento del desierto dió contra la casay derribó sus cuatro esquinas.¡Y la casa cayó sobre los jóvenes, y todos murieron! ¡Sólo yo pude escapar, y ahora vengo a contárselo!".
Al llegar a este punto, Job se levantó, se rasgó las vestiduras, se rasuró la cabeza, y luego se dejó caer al suelo en actitud de adoración.
Entonces dijo:
"Desnudo saí del vientre de mi madre, y desnudo he de partir.
El SEÑOR ha dado; el SEÑORha quitado. ¡Bendito sea el nombre del SEÑOR!".


A pesar de todo esto, Job no pecó ni le echó la culpa a DIOS.

job 1:1-22


HERMANO LAS TORMENTAS LLEGAN Y NO SABEMOS EN QUE MOMENTO, POR ESO SIEMPRE DEBEMOS ESTAR PREPARADOS, Y LA MEJOR ESTRATEGIA ES QUEDARNOS QUIETOS EN EL LUGAR Y DEJARLO ACTUAR AL SEÑOR, QUE EL SABE POR QUE Y PARA QUÉ. BENDICIONES.