martes, 7 de diciembre de 2010

Marìa Inmaculada Concepciòn...8 de Diciembre,,,

DIOS, PENDIENTE DEL "SI" DE UNA DONCELLA

Parece increíble. Dios pide el asentimiento de una joven aldeana para verificar en su seno la humanización del Hijo divino.Dios no avasalla, no se impone, "propone" a mediadores humanos para que descubran su presencia a los hombres. Y María dice "sí" a la propuesta de Dios. Pero no creamos que hubiera sido absurdo decir "no" al proyecto. La cosa no será nada sencilla para la joven nazarena. El primer problema lo tendrá cuando se lo explique a José, su esposo. Decir "sí" significa embarcarse en una aventura cuyo fin no se adivina, significa romper el proyecto de su vida personal que tiene como cualquier joven de su edad.Y María no pide tiempo para asegurarse haciendo una consulta familiar; en cuanto sabe que es voluntad de Dios, pronuncia un "sí" rotundo, con el que el Hijo de Dios se "a-vecina", se hace vecino a los hombres en Nazaret. Así, de puntillas, a través del seno de una joven humilde, entra Dios en la historia humana.María acepta al hijo, pero sin apropiarse jamás de él. Engendra al hijo y lo alumbra para darlo, para estar ella misma a su lado colaborando en su proyecto liberador.Como María, cada comunidad, cada familia, cada cristiano lleva dentro a Cristo. Pero no para que sea exclusivamente "nuestro" Salvador, ni como un sagrario inerte, sino como luz y fuerza que hay que comunicar a los demás.Es oportuno recordar que quien tiene a Cristo sólo para sí, en realidad no lo tiene. Porque quien lo tiene dentro de sí, se siente impulsado a comunicarlo a los demás, se vuelve "cristóforo".De la misma manera que respetó la voluntad de la que había de ser su madre para humanarse y esperó su "sí", del mismo modo espera el "sí" de nuestra libertad para llegar a otros y transformar sus vidas.Hay que decir que Dios respeta la libertad de los hombres casi hasta el escándalo de las catástrofes, de los 60 millones de muertos de hambre cada año por nuestra pasividad. Por el contrario, muchos millones de seres humanos han podido nacer, han podido seguir viviendo, han resucitado a una vida digna, han llegado a la fe, se han encontrado con Cristo, porque ha habido "cristóforos" como María que les han acercado al Señor.¡Cuántas cosas y qué transcendentales dependen de nosotros! Tu marido o tu esposa, tu hijo o tu hermano, tu cuñado o tu primo, tu familia, tu compañero de trabajo, se quedarán sin Cristo, si tú no le dices "sí" y te prestas como María a ser mensajero de su persona. Nuestro barrio, nuestro entorno laboral, zonas de la sociedad en que vivimos quedarán sin luz, si las comunidades cristianas no son mediadoras de salvación para los demás.

LOS MENSAJEROS

Dios sigue enviando mensajeros para comunicarnos su voluntad; lo que hace falta es tener el espíritu despierto para reconocerlos: Cuando veo o escucho un testimonio aleccionador y siento admiración, cuando descubro en los miembros de mi grupo o comunidad cristiana gestos y actitudes de generosidad y me viene de dentro una voz que dice: "¡qué bueno sería hacer algo semejante!"... el testigo que me interpela es un ángel del Señor.Cuando alguien que está con las manos en la masa de una tarea humanitaria, evangelizadora o promocional me invita a que le eche una mano, ése es, quizás, un mensajero del Señor, cuya llamada es preciso discernir.El libro que he cogido entre las manos y que despierta inquietudes en mí y me propone caminos nuevos, una reunión en la que han surgido iniciativas... pueden ser mensajeros del Señor. Es preciso discernirlo. Las personas dispuestas, los cristianos vigilantes, los santos se encuentran con muchos mensajeros que les comunican mensajes del Señor. Adviento es realizar un lavado de oídos para escuchar cada vez más fielmente a los mensajeros (ángeles) del Señor.

NAVIDAD PARA TODOS

Aquel "sí" generoso de María hizo posible la primera Navidad de Jesús. Pero con la luz de Cristo ocurre lo mismo que con la luz eléctrica; se ha inventado ya hace más de un siglo, pero, ¿de qué les sirve a los más pobres si no les llega? A pesar de que hace ya veinte siglos que llegó la "Luz" divina de Jesús de Nazaret, hay todavía comunidades, ambientes, incontables personas, a los que no ha llega esa Luz.Paul Claudel, que se lamentaba de haber llegado tan tarde a la fe por negligencia de los cristianos en ofrecérsela, nos interpela a todos: "¿Qué habéis hecho de la luz, hijos de la luz?".Oremos como enseñó Francisco de Asís, el hombre luz: "Que donde haya tinieblas, yo ponga tu luz". Que Jesús nazca en algún corazón. Así, Navidad será un acontecimiento y no una mera conmemoración.

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