Vida y Ministerio Sacerdotal del padre Santolín
El padre Juan Santolín nació en Creazzo, Vicenza (Italia) el 28 de noviembre de 1921. Miembro de una familia de diez hermanos llegó con sus padres a Argentina a los cinco años de edad, radicándose en Quilmes, donde cursó sus estudios primarios. Su parroquia de la infancia fue la Inmaculada Concepción [hoy Catedral de Quilmes]: allí tomó su Primera Comunión, fue monaguillo y miembro de la Acción Católica.
El padre Santolín (izq.) junto con Mons. Stöckler (der.) durante la celebración en que era nombrado "párroco emerito" de San Juan Bautista.
A los 13 años de edad ingresó al Seminario de la Arquidiócesis de La Plata, donde realizó sus estudios de humanidades, filosofía y teología. El 21 de diciembre de 1946, a los 25 años de edad fue ordenado sacerdote. Su primera misión como presbítero en las Parroquias de Magdalena (Lomas de Zamora) y Catedral de La Plata, como Vicario Cooperador. También fue Capellán de los Colegios San Ignacio de Wilde y de la Misericordia, en La Plata.
Designado Párroco de San Juan Bautista de Florencio Varela por el Arzobispo de La Plata, Mons. Antonio José Plaza, asumió sus funciones el 8 de octubre de 1961, pasando a atender a la principal de las dos parroquias varelense de aquel entonces.
Su trabajo ha sido muy amplio en los distintos barrios de la jurisdicción parroquial con la construcción de capillas que con el tiempo llegarían a ser parroquias. Entre ellas cabe mencionar a “ Nuestra Señora de Luján” , de Zeballos, “ San Cayetano ” del Km. 26, “ San José Obrero” del Barrio La Sirena, “ San Pedro Apóstol” del Barrio San Eduardo y “ San Pantaleón” en el Barrio Lomas de Monteverde. Además, atendió pastoralmente a la Capilla ya existente (hoy parroquia) “Medalla Milagrosa” del Barrio Monteverde.
Desde los comienzos de su actuación en Florencio Varela encaró decididamente la creación de Centros Educacionales: ya en marzo de 1962 comenzó el Colegio Primario San Juan Bautista; en marzo de 1966 abrió sus puertas la Escuela Industrial y en el año 1970 el Jardín de Infantes, ambos del mismo nombre. En los tres casos se esforzó por dotar, con al ayuda de la comunidad, de adecuadas construcciones a dichos establecimientos educativos.
Las instalaciones escolares anexas al templo parroquial brindan, además, el servicio de sus salones para las tareas de catequesis, funcionamiento de las diversas instituciones parroquiales, las clases del Instituto Diocesano de Catequesis y las reuniones de diversos grupos de utilidad social, como los Alcohólicos Anónimos y ALCO.
Digna de mención es la obra de ampliación y refacción del templo parroquial y sus instalaciones, la que ha brindado a Florencio Varela de un magnífico templo para la celebración del culto y de los sacramentos.
Más recientemente el padre Santolín encaró la construcción, en predio separado del templo parroquial, de la Casa para Cáritas Parroquial, edificio que alberga también los servicios de Talleres para Jóvenes con Capacidades Diferentes, la Santería y la Radio Vida Satelital del Obispado de Quilmes.
Por su larga y meritoria actuación al frente de la Parroquia San Juan Bautista, el 11 de agosto de 1999 fue designado por la Santa Sede “Prelado de Honor” de Su Santidad el Papa Juan Pablo II.
Gracias a sus gestiones se obtuvo, hace pocos años, la Ley Provincial que designó con el nombre de “San Juan Bautista” a la ciudad cabecera del Partido de Florencio Varela.
Miembro, en varias oportunidades, del Consejo Presbiteral y del Colegio de Consultores de la Diócesis de Quilmes, gozó siempre del aprecio y la amistad del primer Obispo de Quilmes, Mons. Jorge Novak, de su sucesor, el Padre Obispo Luis Stöckler y de todos sus colegas quilmeños.
El 11 de mayo de 2008, día de asunción del padre Gino Gardenal como su sucesor al frente de la Parroquia San Juan Bautista, pasó a la condición de “Párroco emérito” y siguió residiendo en la casa parroquial y prestando servicios sacerdotales, a pesar de las limitaciones que el paso de los años y el deterioro de su salud le imponían.
El domingo 11 de abril de 2010, luego de más de 48 años de presencia varelense y contando con 88 años de edad, entregó su alma al Señor, al que tanto quiso y sirvió.
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