martes, 31 de agosto de 2010

Carta de nuestro Obispo Luis.



Quilmes, 30 de agosto de 2010.
Circular Nº 14/10
Peregrinación Diocesana a Luján
Invitación
Queridos hermanos y hermanas en Cristo:
“Soy de la Virgen, nomás” era la expresión del negro Manuel, quien cuidaba la imagen de la Inmaculada que se había quedado en Lujan, al cobijo de un rancho primero, y de una humilde capilla después. Mas por intuición creyente que por comprensión intelectual había llegado a esta convicción.
Cuando nosotros vamos a Luján como pueblo de Dios de nuestra diócesis, queremos hacerlo con la misma convicción del corazón, que es propia de los que se sienten hijos e hijas de la nueva Eva, que Jesús mismo nos dio como Madre.
La devoción a María siempre se ha manifestado pública y masivamente, desde que ella fue identificada y reconocida por el Magisterio de la Iglesia como Madre de Dios. El pueblo agradeció a los Padres del Concilio de Éfeso, en el año 431, con una procesión de antorchas este dogma de fe. No se puede comprender al Dios que se hizo hombre, sin María; y a la inversa, no se puede comprender a la Virgen sin Cristo. Por eso, en los santuarios marianos, los peregrinos no solamente quieren acercarse a la sagrada imagen, sino encontrarse con el Señor, especialmente en los sacramentos de la Reconciliación y de la Eucaristía.
Si como diócesis nos apropiamos la expresión del negro Manuel y decimos “Somos de la Virgen, nomás”, queremos reafirmar nuestro compromiso con Cristo y su Iglesia, por la cual él entregó su vida para el bien de todos los hombres. Entregarnos con él en la Misa por la mañana, y a él en la Adoración de la tarde, significa, a la vez, entrar en comunión con aquellos, por los cuales rezamos en estas celebraciones.
La coincidencia de nuestra Peregrinación Diocesana con la Colecta Mas por Menos, no debería ser una excusa para no aportar a esta iniciativa de la Iglesia Argentina, sino, por el contrario, tomar cada vez mayor conciencia de la solidaridad entre los hijos de la misma Madre. Pido que los pastores y las comunidades dispongan los medios necesarios para que nuestra Diócesis de Quilmes responda con generosidad al lema de este año “Construyamos una historia sin excluidos”.
Desde ya les expreso mi alegría de encontrarnos en la casa de nuestra Madre, patrona de nuestra Argentina que necesita mucho de su guía y protección, y de nuestra fidelidad a su Hijo.
+ Luis T. Stöckler
Obispo de Quilmes
P.S
Esta carta se leerá en todas las misas y celebraciones del domingo 5 de septiembre de 2010.

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