jueves, 3 de febrero de 2011

El Señor nos envìa de dos en dos...


Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos 6, 7-13

Jesús llamó a los Doce y los envió de dos en dos, dándoles poder sobre los espíritus impuros.
Y les ordenó que no llevaran para el camino más que un bastón; ni pan, ni provisiones, ni dinero; que fueran calzados con sandalias y que no tuvieran dos túnicas.Les dijo: «Permanezcan en la casa donde les den alojamiento hasta el momento de partir. Si no los reciben en un lugar y la gente no los escucha, al salir de allí, sacudan hasta el polvo de sus pies, en testimonio contra ellos».Entonces fueron a predicar, exhortando a la conversión; expulsaron a muchos demonios y sanaron a numerosos enfermos, ungiéndolos con óleo.

Compartiendo la Palabra
1.- Esta lista del equipo de los apóstoles me recuerda siempre la lista del equipo que teníamos que llevar al noviciado cuando ingresamos en la Compañía de Jesús y honra muchísimo a esta institución que es lo único que en los muchos años de vida en la Compañía pidió a mi familia.Mateo, Marcos y Lucas ponen esta lista del equipo pero no se ponen de acuerdo en el bastón y las sandalias Mateo no admite ni sandalias ni bastón Marcos admite el bastón y las sandalias y Lucas no admite el bastón y se le olvidan las sandalias.
Lo cual quiere decir la poca importancia que dieron ellos a esa lista del ajuar para quedarse sólo con lo importante y es que el Señor les aconsejaba ir a predicar no agobiados por una de esas inmensas mochilas que llevan a veces chicos y chicas para ir a la montaña.Lo importante es la disposición desprendida y generosa del apóstol, o cura de turno que no debe olvidarse de estas palabras del Señor de que debe dar gratis lo que gratis ha recibido que es la Fe. Esto se lo saben muy bien, más que los curas los fieles y por eso son generosísimos cuando se pide para el Hambre... el Domund, etc. y se les arruga el bolsillo cuando se pide para el mantenimiento de la Parroquia.
Y como los "curas" deben acordarse de aquel dar gratis lo que gratis recibieron los fieles deberían acordarse de lo que en este mismo pasaje pone San Mateo, hombre más acostumbrado a los números y es "que el obrero merece su sustento por eso no está bien que los fieles nos apliquéis la eutanasia pasiva a vuestros "curas" aunque en nuestros casos siempre la Compañía sale generosísimamente en nuestra ayuda.
2.- Sabéis lo que vosotros y nosotros solemos olvidar que el Reino y su extensión no depende de medios humanos y tal vez vosotros y nosotros confiamos más en medios humanos que sobrenaturales.Allá por los años 20 del siglo pasado –ya hace muchos años-- se discutían los primeros puestos en nuestra Casa Profesa de la calle la Flor (que fue devastada e incendiada por las democráticas hordas republicanas de los años 30) digo que se llenaba nuestra iglesia para oír a un célebre predicador, de gran fama entonces el Padre Alfonso Torres su pensamiento preclaro corría ligero por frases pulidas y concertadas y los más ignorantes, y que no entendían ni palabra, se veían forzados a alabarlo por que eso redundaba en propia alabanza haber escuchado y entendido a tan gran predicador.
Y en esa misma Casa Profesa había otro hombre, ese Padre Rubio –a San José María Rubio-- cuya tumba tenemos en el claustro de la Iglesia de la calle Serrano, y nadie cuenta alabanzas de su predicación, pero todos cuentan que desde el momento que el Padre Rubio, lleno de Dios aparecía en la iglesia se hacía un silencio respetuoso y profundo que llegaba al corazón. Del Padre Alfonso Torres han quedado sus elocuentes sermones del Padre Rubio no ha quedado mas que su santidad. No olvidéis y no olvidamos que eso es lo único que importa.
3.- El Señor acepta la hospitalidad tan propia de la mentalidad hebrea el huésped no debe ser un parásito. La didajé, o enseñanza de los apóstoles reduce a dos días esa estancia del enviado y más o menos concuerda con aquel dicho chino que dice "el huésped como el pescado al tercer día huele mal".San Marcos insiste en la no hospitalidad, en el rechazo que va a encontrar el que quiera extender el Reino de Dios. El enviado, el pobre cura, no es un representante de una casa comercial, que se vale de la excelencia de los productos y su precio módico para vender sus productos, el pobre cura tiene que hacerse impopular no pocas veces diciendo que está mal lo que todo el mundo dice que está bien, apareciendo como un ensotanado opositor retrógrado del aborto como una señora dijo recientemente en TV, y que lo dijo, claro, porque era una defensora a ultranza del aborto. Y para ella si había sitio en la TV.

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